Todavía hoy lunes deben andar los miembros de Asian Dub Foundation en Granada recuperándose de la fiesta de cumpleaños de uno de sus miembros. Ya antes de venir habían pedido al promotor que les reservara un local en el que celebrarla la noche del domingo al lunes. Aunque ya la del sábado liaron una buena verbena en una sala El Tren en la que completaron el aforo y no dieron tregua al personal al que pusieron a bailar de principio a fin de su show.
Apenas diez segundos tardó Asian Dub Foundation en desatar la locura en Granada. Steve Chandra Savale, Chandrasonic, líder del grupo, armado sólo con una guitarra y pidiendo disculpas por su español, movilizó con un par de gestos a una sala que incluso antes de comenzar el concierto ya estaba más que entregada a la causa. Y la causa de ADF es hacer bailar sus raíces, tambalear las de Occidente, cantar contra el racismo, la inmigración y todo lo que se ponga a tiro de sus letras.
Apenas diez segundos tardó Asian Dub Foundation en desatar la locura en Granada. Steve Chandra Savale, Chandrasonic, líder del grupo, armado sólo con una guitarra y pidiendo disculpas por su español, movilizó con un par de gestos a una sala que incluso antes de comenzar el concierto ya estaba más que entregada a la causa. Y la causa de ADF es hacer bailar sus raíces, tambalear las de Occidente, cantar contra el racismo, la inmigración y todo lo que se ponga a tiro de sus letras.
Por un día la sala se convirtió en uno de esos bulliciosos barrios londinenses donde los turbantes de los inmigrantes indios, bengalíes y pakistaníes predominan sobre los pecosos pelirrojos británicos. Como el de Farringdon, donde hace quince años iniciaron su andadura cuando Aniruddha Das y el dj John Pandir se encontraron con un aún imberbe rapero llamado Deedar Zaman durante unos talleres sobre nuevas tecnologías aplicadas a la música, destinados a los jóvenes de origen asiático y que se impartían en la Community Music House del barrio. En ellos los dos primeros impartían sus enseñanzas y el tercero acudía como alumno cuando decidieron dar forma la proyecto que bautizarían como Asian Dub Foundation, no sin antes cambiar sus nombres por los alias de Dr. Das, Pandit G y Master D, respectivamente. Desde entonces, y tras completar la formación con el guitarrista Chandrasonic, su explosiva mezcla de ritmos bengalíes, electrónica de batalla y militancia urbana, con detalles de rap o de reggae, no ha dejado de cautivar a colectivos de luchadores contra el racismo, miembros de los grupos anti-fascistas y anti-globalización así como hedonistas de la pista de baile en general.
El segundo tema que tocaron se lo dedicaron a la lucha que mantienen los griegos en la calle con 'Take back the power', del disco Tank (2005). Y no fue el único salto al pasado que dieron, 'Chandrasonic' y el resto de la banda: Sun-J, Pandit-G, Ghetto Priest, Prithpal Rajput Cyber, Al Rumjen y Martin Savale. Temas de su imprescindible Community Music (2000) e improvisaciones de los músicos en los descansos del cantante, pusieron de manifiesto que ADF sigue siendo un concepto de música invariable y genuino, fiel a la alquimia de culturas y sonidos, a pesar de los continuos cambios e incorporaciones que la banda ha sufrido en sus filas.
En su propuesta, tan relevante como el aspecto lúdico es el elemento político y reivindicativo, que incorporan a sus hipnóticas composiciones. Una sucesión de ritmos tribales que funcionan como un mantra acelerado en cuya espiral el público acaba poseído y atrapado. La energía fluye desde el escenario hacia la sala y de ésta vuelve a los músicos.
El concierto, enclavado dentro de la gira Punkara que los está llevando por todo Europa con su último disco, ADF sigue recordando a las improvisadas muestras de talento que despiertan los bares más oscuros de barrios londinenses como Brixton. Así, ADF vuelve con maestría a hurgar en las bases del reggae, el rap, la electrónica para revolverlo luego con las melodías más tradicionales de la India con las que crecieron escuchándolas de los discos de sus padres. Sitares dando guerra a pesadas guitarras metaleras, las percusiones de todas las culturas imaginables, coros de voces femeninas con bailes raperos y chándal amplio en un concierto que no llegó a la hora y media marcado por momentos espectaculares como ‘Burning Fence’, su ultimo single, el supercoreado ‘Flyover’ o la demostración final de poderío que representó ‘Fortress Europe’.
Fuente: Granada Hoy (http://www.granadahoy.com/article/ocio/303361/confusion/global.html) y El Diario Montañés (http://www.eldiariomontanes.es/20081213/cultura/musica/alquimia-musical-asian-foundation-20081213.html)
1 comentario:
ese Edu weno!! illo ya estoy aki en el mundo de la bitacora, acabo de crear el blog de rootsound, afuuu... un abrazote pixa
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